La escucha activa

Si alguien decide compartir contigo sus problemas se merece toda tu atención.
Es un honor que te haya elegido.

La naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudiéramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos.

Epícteto

La escucha activa se basa en escuchar de forma consciente, es decir, en estar atendiendo y comprendiendo aquello que nos están contando.

Cuando escuchamos de manera activa a alguien, conseguimos, por una parte que la persona se abra más y por otra, podemos entender mejor todo lo que nos quiere decir.

No se trata de fingir que prestamos atención, sino de dedicar toda la atención y hacerle saber que lo que nos está diciendo es importante.

Te dejo una serie de pautas para trabajar la escucha activa que seguro te ayudan. Ante todo recuerda lo fundamental. Eso que te están diciendo te interesa y es importante para ti.

No interrumpas cuando te están contando algo, intenta no valorar inmediatamente.
Deja hablar a los demás, dale el tiempo que necesite.
Se considerada y amable con la persona que te está hablando. Préstale atención, te ha elegido a ti para contártelo.
Demuestra a la otra persona que la estás escuchando, se activa en la comunicación. Asiente, mírala a los ojos…
Aprender a escuchar entre «líneas», muchas veces es más importante lo que no nos dicen que lo que sí. Estate atenta para intentar identificar qué es lo que hay detrás.
No estes predispuesta mientras escuchas, la otra persona lo notará y puede hacerle sentir incómoda.
Procura no distraerte, presta atención a la persona que habla, le ayudará a confiar en ti.
Si es un tema delicado, escucha con mayor interés, en estos casos la otra persona necesita ser escuchada y comprendida.